jueves, 27 de octubre de 2011

Mesa redonda sobre Hipatia y el papel de la mujer en la ciencia.

MESA REDONDA SOBRE LA PELÍCULA “ÁGORA”

Título: Hipatia a través de la película “Ágora”
Participan: Elisa Garrido, Javier Ordóñez (UAM) e Iratxe Fresneda (UPV/EHU)
Lugar: Auditorio Baroja, Bizkaia Aretoa (Abandoibarra 3, Bilbao)
Fecha y hora: viernes 28 de octubre, 18:30

La última actividad complementaria que acompaña a la exposición “Astronomia Emakume / Con A de Astrónomas” es esta mesa redonda sobre el papel de la mujer en la ciencia –tomando como centro la figura de Hipatia– a través de la película “Ágora”. Será el viernes 28 de octubre a las 18:30 en el auditorio Baroja del Bizkaia Aretoa (Av. Abandoibarra, 3, Bilbao).

RESUMEN DE LA MESA REDONDA

En esta mesa redonda, en la que participan Elisa Garrido –profesora de Historia Antigua de la UAM y especialista en historia de la mujer en la antigüedad clásica–, Javier Ordóñez –catedrático de Historia de la Ciencia de la UAM, físico y filósofo– e Iratxe Fresneda – profesora del Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la UPV-EHU, especialista en cine y que ha orientado su trabajo hacia los estudios de género y cine–, se hablará de ciencia, de género y de cine, todo ello a través de la premiada película de Alejandro Amenabar, “Ágora” (2009), de la que Elisa Garrido y Javier Ordoñez han sido asesores.

Se analizará el papel de las mujeres en ciencia, y en particular la figura de Hipatia en su contexto histórico y científico. ¿Quién era Hipatia? ¿Qué momento histórico le tocó vivir? ¿Había otras científicas en aquella época? ¿Qué ciencia hacían? ¿Cómo se ha mostrado a las mujeres científicas en el cine? ¿Qué estereotipos existen? ¿Cómo presenta “Ágora” a Hipatia? ¿Cómo se muestra a la ciencia, y en particular a la astronomía, en la película? ¿Han sido fieles los guionistas, Alejandro Amenabar y Mateo Gil, a la historia de la ciencia?…

A estas y a otras preguntas que pueda plantear el público asistente se intentará contestar el próximo viernes en el Bizkaia Aretoa, como complemento a la exposición “Astronomia Emakume / Con A de Astrónomas”, que permanecerá abierta hasta el 11 de noviembre, la cual contiene precisamente diversos elementos y atrezzo originales de la película Ágora.

domingo, 23 de octubre de 2011

Participación femenina para la paz y la transformación social


Comenzaba este mes con el reconocimiento mundial del papel de las mujeres en los procesos de paz y reconciliación, así como en los cambios politicos hacia la transformación social
El Premio Nobel de la Paz de 2011 se ha repartido entre tres mujeres: la presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf, la también liberiana Leymah Gbowee, responsable de la organización Red de Mujeres por la Paz y la Seguridad en África, y la activista yemení Tawakul Kerman. Tres grandiosas mujeres que destacan por su compromiso con los derechos humanos y su dedicación para conseguir un mundo mejor, libre ya de conflictos, de intolerancias, odios y violencias.

Es precisamente en esta categoría la de la Paz, en la que más mujeres han destacado. De hecho, este triple nombramiento se une al de otras mujeres precursoras cuyo trabajo ha sido reconocido  anteriormente también con el Nobel de la Paz:
 
Bertha Von Suttner en 1905  :::::: Jane Addams en 1931  :::::: Emily Greene Balch en 1946   ::::::  Betty Williams en 1976 (compartido)   ::::::  Mairead Corrigan en 1976 (compartido)   :::::: Teresa de Calculta en 1979  ::::::   Alva Myrdal en 1982 (compartido)   ::::::   Aung San Suu Kyi en 1991    ::::::   Rigoberta Menchú en 1992  ::::::  Jody Williams en 1997   ::::::  Shirin Ebadi en 2003   ::::::  Wangar Muta Maathai en 2004
Todas ellas, en su gran diversidad, son transformadoras sociales que se atrevieron, además de soñar que otro mundo es posible, a actuar para promover un cambio en las 'reglas del juego': reorganizando las prioridades, garantizando el cumplimiento de los derechos humanos y avanzando en equidad en la distribución y acceso de los recursos naturales, productivos y económicos.


En esto precisamente se insistió durante los días 15, 16 y 17 de este mes. La conmemoración del Día Internacional de las Mujeres Rurales (15) hizo emerger la voz de las mujeres campesinas, mostrando la terrible injusticia de este sistema  que les niega igualdad de condiciones en el acceso a la tierra y al crédito; ambos factores relevantes para avanzar en la resolución de la crisis alimentaria y de la pobreza.  Esto es algo que reconoce Naciones Unidas aunque de manera sistemática se olvide en la orientación de las estrategias políticas y en los planes de acción.
"Si las mujeres dispusieran de los mismos recursos que los hombres podrían producir entre un 20-30% más que lo que producen actualmente y se podrían alimentar de 100 a 150 millones más de personas". Es la FAO quien manifiesta con rotundidad la relevancia del cumplimiento de los derechos de las mujeres para la erradicación de la pobreza en el mundo. Es decir: si se respetaran los derechos de las mujeres pequeñas productoras, habría un aumento de 2.5 – 4% de la producción agrícola de los países en vías de desarrollo, y una disminución de entre 12 y 17% de la desnutrición en el mundo – sólo por emparejar el terreno entre hombres y mujeres.

Campesinas de Paraguay, Perú, Colombia, El Salvador, Honduras, México, Guatemala y República Dominicana organizaron la pasada semana un acto regional de “activismo fotográfico” recordando a las autoridades del continente y a la comunidad internacional sus propuestas y demandas para superar la crisis alimentaria y la pobreza en el mundo. 

Las mujeres
transformamos el mundo
trabajamos la tierra
producimos alimentos... 
Exigimos tierra e inversión
reconocimiento 
¡JUSTICIA! 
Nuestra lucha crece ...



¿Conseguirán nuestros gobernantes abstraerse de la crisis financiera y centrar su atención en las necesidades del desarrollo humano global? 
- Si se lo proponen seriamente, algún año podremos abandonar por fin la conmemoración del día Internacional de la Alimentación (16) y el Día Internacional para la Eliminación de la Pobreza (17). 
- Y si no saben o no quieren ¡que vayan dejando paso!, que hay muchas mujeres preparadas para impulsar los cambios que requiere la transformación social.